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"EL ENEMIGO Nº 1 DE NUESTRAS ACERAS: EL CHICLE"

26/04/2017      Bioma

El chicle, o tzictli en náhuatl, que se mascaba en la era precolombina, es una savia gomosa, un poco dura, aromática y de sabor ligeramente dulce que se obtiene del árbol Manikara zapota, conocido como chicozapote, originario de México. La arqueóloga y antropóloga Jennifer Matthews, de la Universidad Trinity de San Antonio (EE.UU.), aborda en su último trabajo la historia del chicle, cuyos orígenes se remontan a más de 11 mil años en la península de Yucatán. Según la investigadora, la mayoría de los árboles de chicozapote se encuentra en Quintana Roo, lo cual hace pensar que su origen proviene de esa zona maya. Este chicle mexicano es 100% biodegradable, natural y certificado como orgánico por el FCS (Forest Stewardship Council), el primer chicle del mundo ecológico. Los componentes naturales de este chicle se descomponen con facilidad, se convierten en polvo y vuelven a la tierra en cuestión de pocas semanas. Podemos usarlo incluso en el compostaje.

Hasta hace poco los fabricantes de chicles comerciales aún empleaban esta savia, pero la mayoría -desde los años 50- la sustituyeron por el acetato polivinílico como base gomosa, debido a que es más económico. Por poner un ejemplo,  Goodyear, una de las firmas más importantes de neumáticos a nivel mundial, fabrica buena parte de este plástico neutro que sirve como base para la goma de mascar, y la compañía Wrigley, la principal productora mundial de chicle, se abastece de este acetato. Los ingredientes más comunes son: base de goma, que es el elemento que hará masticable al chicle; edulcorantes,  sirven para endulzar, en el caso de Wrigley’s utiliza polvo de caña de azúcar o Acesulfamo K, Aspartamo, Maltilol, etc; suavizantes, como glicerina y otros productos de aceites vegetales contribuyen a mantener el chicle suave y flexible, reteniendo la humedad adecuada; colorantes y saborizantes; finalmente, se le agrega un conservador.

Todos éstos componentes hacen que el chicle sea, sin duda, el tipo más común y duradero de manchas en el pavimento ya que es precisamente aquí donde acaban más de la mitad de los que se consumen y pueden pasar hasta 5 años hasta que se degrade. Y es que además de por una cuestión meramente estética, los chicles en el suelo suponen un verdadero problema de salud porque cada uno de ellos puede ser portador de más de 50.000 bacterias. Si tenemos en cuenta que en el mundo se consumen MÁS DE 100.000.000.000 DE KILOS DE CHICLES AL AÑO, puedes hacerte a la idea de lo que estamos hablando... 

El problema de los chicles no es una cuestión local, sino que tenemos en nuestros suelos un problema mundial, por ejemplo:

Santander consume unas 500 toneladas de chicles al año.

Castellón gastó 62.000 euros en su campaña “quita chicles”.

ISS España limpia los chicles de 75 centros comerciales de toda España. En un Centro Comercial han eliminado hasta 1 kilo de chicles a la semana y  en un año pueden llegar a eliminar más de 100.000 chicles.

Barcelona se gasta medio millón de euros al año en quitar los chicles del suelo.

-En el paseo del Parque de Málaga se acumulan unos 48.000 chicles y los quitan con una espátula.

-Los trabajadores de URBASER, a lo largo de este año han limpiado unos 52kg de chicles.

-La mayoría de los 666.000 kilos de chicle que consumen en Santa Cruz de Tenerife cada doce meses acaba en el suelo sin que el Ayuntamiento haya fijado sanciones para castigarlo – Limpiarlos le costaría dos millones de euros cada año.

-En la Oxford Street de Londres, la principal calle comercial, existen unas 300.000 manchas de chicles.

-En Liverpool gravan cada paquete de chicles con un impuesto.

-En Pekín se han planteado ilegalizarlos tras recoger 600.000 chicles pegados al suelo de la plaza Tiananmen.

Precisamente por toda esta problemática estamos desarrollando una campaña de información y concienciación junto al Ayuntamiento de Calahorra, La Rioja, para combatir al enemigo número uno de nuestras aceras. No te pierdas las actividades que estamos llevando a cabo, puedes verlo a través de éstas páginas de Facebook e Instagram.

 

Se necesita maquinaria especializada para eliminar los chicles pegados al pavimento

 

¿Antes de ver esta foto eras consciente de la cantidad de chicles que hay en el suelo?

 

Por eso tenemos que informar sobre lo que está pasando con nuestras aceras...

 

¡Que se entere todo el mundo del auténtico problema que tenemos con los chicles!